Natación en nivel inicial, entre más pequeños mejor
By Adrián Villarreal
El miedo al agua es una manifestación de desequilibrio ante una situación desconocida. Debemos respetar los tiempos de cada persona porque es importante recordar que no todos tenemos las mismas habilidades y no debemos poner en juego la fantasía de los chicos al infundirles de manera inicial miedo al agua.
En este deporte como en cualquier otro, debemos tomar en cuenta la organización didáctica de la tarea, la estructura y dinámica de la clase, la natación no solo es un deporte, es también una actividad recreativa que sobre todo durante periodos vacacionales los niños pueden disfrutar.
Para buscar un mejor proceso de enseñanza y aprendizaje, es recomendable buscar un lugar donde obtengan atención lo más personalizada posible, con el objetivo de atender las necesidades individuales, además esto es un referente directo para la seguridad, ya que la atención del niño es corta, por ello las consignas deben ser cambiantes, satisfacer las necesidades de exploración y poner en juego la fantasía de los chicos.
El niño descubre el agua a través de formas naturales y espontáneas, que todas sus respuestas son válidas y seguramente son la transferencia de sus experiencias motrices en otro medio. Trabajamos sobre el ensayo y error estimulando la búsqueda de la propia respuesta e incentivándolos para que estas sean muchas y variadas.
Al principio no es necesario perder el contacto con el piso de la pileta ya que el objetivo es familiarizarse y establecer un vínculo placentero con el medio y el pasaje de la posición vertical a la horizontal y viceversa. Debe lograrse en forma natural y respetando el tiempo individual de adaptación de cada niño.
Cuanto más temprano se le proponga la actividad, mucho antes van a desarrollar confianza en el agua y aparecerán ciertas formas de equilibrio, respiración y propulsión. Al poder realizar en el agua todas las acciones que se proponga irá cimentando su autonomía, y aquí adquiere importancia la conquista del espacio inmediato, del espacio lejano, y del tiempo concebido como sinónimo de tiempo vivenciado.
En este deporte como en cualquier otro, debemos tomar en cuenta la organización didáctica de la tarea, la estructura y dinámica de la clase, la natación no solo es un deporte, es también una actividad recreativa que sobre todo durante periodos vacacionales los niños pueden disfrutar.
Para buscar un mejor proceso de enseñanza y aprendizaje, es recomendable buscar un lugar donde obtengan atención lo más personalizada posible, con el objetivo de atender las necesidades individuales, además esto es un referente directo para la seguridad, ya que la atención del niño es corta, por ello las consignas deben ser cambiantes, satisfacer las necesidades de exploración y poner en juego la fantasía de los chicos.
El niño descubre el agua a través de formas naturales y espontáneas, que todas sus respuestas son válidas y seguramente son la transferencia de sus experiencias motrices en otro medio. Trabajamos sobre el ensayo y error estimulando la búsqueda de la propia respuesta e incentivándolos para que estas sean muchas y variadas.
Al principio no es necesario perder el contacto con el piso de la pileta ya que el objetivo es familiarizarse y establecer un vínculo placentero con el medio y el pasaje de la posición vertical a la horizontal y viceversa. Debe lograrse en forma natural y respetando el tiempo individual de adaptación de cada niño.
Cuanto más temprano se le proponga la actividad, mucho antes van a desarrollar confianza en el agua y aparecerán ciertas formas de equilibrio, respiración y propulsión. Al poder realizar en el agua todas las acciones que se proponga irá cimentando su autonomía, y aquí adquiere importancia la conquista del espacio inmediato, del espacio lejano, y del tiempo concebido como sinónimo de tiempo vivenciado.